domingo, 15 de marzo de 2015

Fashion que corre por las venas

Luego de un largo verano,  sin vacaciones por cierto, y de algunos meses de inexpresividad verbal, debido a muchas situaciones de índole personal, que me alejaron de la posibilidad de pensar y repensar las colecciones de muñecas, para poder escribir sobre ellas, es que vuelvo nuevamente a hacer el intento de alegrar esos  corazones, de mis amigos coleccionistas.

Como he dicho antes, no importa cuan ecléctica sea la colección de muñecas que uno tenga, ni el número de las mismas, la rareza, la simpleza o lo dedicado del coleccionistas, lo importante es disfrutar de nuestras adquisiciones, de nuestros hallazgos al filo de la cuneta, por ahí y por allá, hijas pródigas arrancadas de algún cajón de reciclados, que vuelven a vivir gracias a la paciencia infinita de aquellos que las restauran. Tal vez no se hayan dado cuenta, pero viendo a mis amigos coleccionistas mostrar a sus chicas, yo he ido aprendiendo y apreciando otras colecciones y he ido variando mi gusto y mi predilección. Sin embargo, no claudicaré en el hecho de que a mi me gustan las muñecas, no importa que vengan en caja y con toda su ropa original, o la encuentre en esa búsqueda implacable que emprendo de vez en cuando, hasta que doy con la que quiero y la adquiero mediante negociaciones, cuotas, prepagos, etc.

Todo sea por llevar esta pasión al siguiente nivel de sofisticación y lujuria. Justamente leía cuales eran las reacciones químicas que se desencadenaban en el caso de los coleccionistas, y estas pasaban del estallido de adrenalina pura, hasta un estado de sosiego infinito, todo gatillado desde el hipotálamo, por una simple muñeca en nuestro caso. Por ende, la lujuria formaría también parte del cúmulo de sensaciones puras que se producen a nivel químico, repercutiendo en nuestro cuerpo.

Bien me parece mencionar la lujuria, porque desde hace aproximadamente 5 meses, comencé a coleccionar muñecas Fashion Royalty, que para mi sinceramente, encierran el poder y la lujuria más exquisita que pueda provenir de una figurita plástica, de no más de 30 cm. Ellas son perfectas, de hecho, la primera vez que vi una en Internet, me pregunté si serían posibles de verdad, si no habrían pasado por el visturi virtual de un fotógrafo con afición al photoshop, porque las encontré magistrales; pero desde ese primer momento, hasta el día en que por fin tuve mi primera Fashion Royalty, pasó una colección completa de Monster High, Fashionistas, Liv, Muñecas Disney y hasta Lalaloopsy. Efectivamente, 3 años de coleccionista amateur para finalmente caer en la lujuria más gratificante de todas, como es coleccionar muñecas FR.



Si, hubo gente que me dijo que cómo "traicionaba" la colección de Barbies en pos de estas hijas descarriadas del rebaño Fashion Doll, y otros que me advirtieron que entrando a las "ligas mayores" debería estar dispuesta a vender mi alma al diablo si era necesario, porque las Fashion Royalty cuestan el doble, el triple y hasta cuatro veces lo que una Barbie. Efectivamente, son mucho más caras que una Barbie, pero cuando tienes una FR en tus manos y la comparas con una Barbie, entiendes el por qué. Pero esto no significa traicionar a nadie, porque el que uno decida cambiar de dirección las cosas, es  inherente al espíritu humano. 


Así y todo,  tomé el riesgo y nuevamente, comencé a desarmar una colección, para armar otra. Las Fashion Royalty en verdad son muñecas de características superiores, hechas con materiales de excelente calidad y un cuidado en los detalles, que pueden derretir a cualquiera. De paso, cada muñeca tiene una producción limitada que va desde las 300 unidades, hasta las 600 o más, pero nunca de forma masiva como una Barbie, en que ni siquiera las Golden Label para coleccionistas, bajan de las 1000 unidades. O sea, estamos hablando de una muñeca casi exclusiva, para coleccionistas adultos, sumado al hecho de que la ropa y los zapatos de las FR son increíbles.


Ilusionada con estas chicas, comencé nuevamente. Por supuesto, el dinero que hay que invertir es mucho, mucho, pero mucho más que en una Barbie, pero al final la recompensa es mayor también y como todas estas chicas son ediciones limitas, generalmente con el tiempo, no se deprecian, sino muy por el contrario, van subiendo en valor, especialmente las de ediciones especiales. Incluso la ropa es altamente apetecida en sitios como Ebay y Etsy y los coleccionistas las buscan con afán. Por lo tanto, la inversión tiene sus méritos.



Pero inversión o no, la muñeca en si es una maravilla. Casi todas tienen pestañas y caras expresivas, con cuerpos estilizados y 12 puntos de articulación en la gran mayoría de ellas, lo que las hacen altamente posables y fáciles de vestir y desvestir. Existen los cuerpos de la primera línea de FR, que eran muy similares a los TNT de Barbie, con el mismo tipo de cadera, pero más prominentes de busto, luego aparece el típico cuerpo FR, que es el articulado, pero con caderas muy angosta, una cintura ridículamente estrecha que se mueve en 360° y un pecho separado del tronco y con cierta movilidad, con una Bubbies bien grandes.  A estas FR no les queda tan bien toda la ropa, pero se ven geniales con aquellos atuendos de las Barbies con cuerpo TNT y estilo de la ropa de la serie Mad Man, es decir, la infaltable falda lápiz o tubo, chaquetitas a la cintura, con espaldas anchas y escote generoso. El tweed es una opción muy buena para estas chicas, porque se ven clásicas y bien acinturadas, complementado con una estola de piel, parecen la reproducción misma de estrellas del cine de los 60, al estilo Ivonne D'Carlo o Rita Hayword. 


Luego tenemos el cuerpo FR2, que es una interpretación mucho más realista de un cuerpo femenino estilizado, con un tronco de una sola pieza o de dos piezas, que se corta en la línea del calzón, para permitir cierto movimiento de cintura, el pecho separado, nuevamente con movilidad variable y las bubbies grandes, pero mejor formadas, más naturales si se quiere. Estas FR pueden modelar casi cualquier ropa y curiosamente, los zapatos de la Barbie Model Muse, les quedan muy bien. Con una adaptabilidad y fáciles de posar, son las preferidas para los nuevos coleccionistas, quienes no han desarrollado un vínculo tan estrecho con los tipos de cuerpos anteriores.


Los cuerpos en realidad, tienen  variantes, largo de piernas, pecho, tipo de rodillas, colores de piel, etc, pero básicamente, la FR con cuerpos articulados, se dividen dentro de estas 3 líneas de productos. Lo más llamativo, además de los cuerpos, son sin duda, sus caras. Hay varios caracteres que vienen desde los inicios, como Eugenia o Vanessa Perrin, pero también se han ido agregando otras a lo largo de los años, con variantes en color de pelo, maquillaje, etc. Hacer el listado completo me tomaría al menos unos cuantos días, porque aún hoy investigo en Internet y aparece otra chica que no tenía entre mis libros.
No obstante, la única "historia oficial" de las FR se encuentra en la pagina de Integrity Toys, hay varias otras web (casi todas en Inglés) que dan cuenta de la historia de estas muñecas del high fashion. En cuanto a las fotografías, se pueden encontrar miles, porque en realidad son tan bellas y posan tan bien, que es imposible no dedicarle horas y sesiones fotográficas hasta la saciedad. 


Tal vez, lo más adrenalínico de estas muñecas, sea cuando llegan a casa, en una caja color papel kraft, para encontrar dentro la caja "real"  y luego de romper unos pocos sellos, encontrarse con una muñeca finamente amarrada con cintas, con una mallita que cubre parte de su peinado, y ver los detalles de la pintura, el maquillaje, las pestañas. Sinceramente, es el momento donde uno piensa si debiera sacarla o bien, conservarla intacta en su delicado envoltorio, una sensación que para algunos puede durar varios meses, pero para otros, tan sólo un instante, ya que tener una de estas chicas en nuestras manos, es verdaderamente, irresistible.



Puede ser que las Fashion Royalty sean la insuperable encarnación en una muñeca, de todo el fashion que corre por las venas, de quienes tenemos el placer de coleccionarlas. 


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