domingo, 12 de octubre de 2014

Precio Justo para Coleccionistas

¿Cuál sería el máximo valor que pagarías por una muñeca? ¿Cuánto estarías dispuesto a invertir en aquella chica que estuviste esperando por tanto tiempo?
Es cierto que los coleccionistas estamos dispuestos a "invertir" variadas sumas de dinero con el fin único y exclusivo, de disfrutar nuestras colecciones. Sin embargo, a pesar de esta noble y simple premisa, en muchas ocasiones acarreamos el dejo de "culpa" por dejar de invertir en opciones más sensatas (como ropa, comida, viajes, idas al cine, etc.) y dedicar nuestros esfuerzos monetarios a cubrir compras que signifiquen aumentar la colección, adquisición de accesorios, ropas, zapatitos, stands y hasta mobiliarios varios. La lista puede ser interminable, infinita dependiendo del tipo de muñeca que estemos empeñados en obtener y en qué sentido queramos llevar nuestro hobbie.
Barbie Pop Life de colección

¿Es caro ser coleccionistas de muñecas? - me preguntó una amiga el otro día- Y bien, yo me quedé pensando si era caro o no mi hobbie. Luego, cuando llegue a mi casa me puse a mirar la repisa donde están casi todas mis muñecas y así, al ojo, saqué cuentas que desde el día que comencé a coleccionar muñecas al presente, debo haber invertido la no despreciable suma de medio millón de pesos (pero conste que es sólo al ojo, por lo que puede haber sido mucho más), pero tampoco estaba para comenzar a sacar cuentas precisas, porque entre que he vendido muchas cosas y he comprado otras, el "vicio" se ha financiado bastante bien, sin llevarme a la banca rota. Además, tomando las debidas comparaciones, un fumador compulsivo se gasta el medio millón en un par de años y de paso, se arruina la salud, se estropea la piel y contribuye a contaminar el planeta, sin considerar que se transforma en una cifra significativa dentro del gasto público en salud, con el correr de los años. 

Colección de Pullips
Aclarada así mi conciencia, yo creo que en realidad el coleccionar muñecas no es un pasatiempo caro, siempre y cuando uno cuente con un grupo de proveedores (léase vendedores) que no quieren abusar de una. Por ejemplo, la compra informal de muñecas, es decir, a través de internet en sitios como Ebay, Mercado Libre y hasta Facebook, contribuye a aumentar las opciones de búsqueda, pero también la oferta y como en todo orden de cosas, depende de uno como coleccionista, el regateo, el comparar precios y el mantener una actitud vehemente, pero cordial cuando se trata de muñecas. Informarse de ante mano es bueno, porque uno evita timos o cobros excesivos por desconocimiento y también ofertar muy miserablemente, cuando se trata de alguna rareza.
Colección Fashion Royalty con ropa SIS

Hay de todo y para todos los gustos y es cosa que uno se de el tiempo para encontrar aquello que se busca. Pero el tema es que como los sitios virtuales de ventas y compras de muñecas, no están precisamente regulados, si no que dependen del criterio de cada vendedor, en muchos casos las experiencias no son todas tan bellas como uno quisiera y en otros, no hay a quien más reclamarle a menos que se use el mismo medio para dejar descargos, quejas, etc. Es riesgoso, pero no imposible, por lo mismo, hay que estar atentos. El hecho de que no haya un "marco legal" establecido en sitios como Facebook puede derivar en varias fallas del sistema, pero tal vez la más grave para un coleccionista de muñecas, sea el hecho de que no todos los vendedores, venden al precio justo. Muchos si lo hacen, pero hay otros que sobrevaloran sus productos, o quieren en unas pocas ventas, matar a la "gallina de los huevos de oro". El tema de las descripciones de los mismos, también altera la transacción, cuando por ejemplo la ropita que uno compró llega sucia o en mal estado y en ningún momento se le informó del estado de la misma. Cuando la descripción de la muñeca no es completa y viene con manchas, mordeduras o fallas y finalmente, cuando a uno le venden algo que a la vuelta de la esquina valía la mitad de lo que pagó, por algo que es lo mismo.
Colección muñecas Blythe

En todo orden de comercio o transacción comercial hay algo que se llama la "Expectativa del Cliente" Si a uno le pintan la muñeca como exclusiva y paga por esa exclusividad, no puede ser que a poco andar, se vaya encontrando con la chica en cada "vitrina" virtual. Uno, como cliente, se siente finalmente engañado y obviamente, no va a recomendar al vendedor, si no que todo lo contrario, lo va a desprestigiar a uso y conveniencia, hasta que considere saciado el vacío que produce la desilusión. Como vendedores, no podemos arriesgarnos a jugar con la expectativa del cliente, porque esto significa un gran riesgo y finalmente, es bueno mantener aquella "ilusión" más bien realista y a un precio justo, para que nadie nos reclame después. Como coleccionistas, tenemos derecho a "ilusionarnos" pero tomando en cuenta los detalles que se nos mencionan con anticipación, para no cifrar nuestras expectativas muy altas y después comenzar a quejarnos a pesar de que sabíamos de ante mano, que habían detalles.
Colección de Liv

El precio justo de una Barbie, por ejemplo, dependerá del año, del estado de la misma, de lo rara o difícil de encontrar que sea, de lo exclusiva, de lo bella, de las gracias que tenga. Uno no puede pretender pedirle peras al olmo y esperar que una antigüedad, venga en tan buen estado como si fuera una nueva. Tampoco puede pretender que la misma Barbie que vio en el supermercado, sea super exclusiva que después no se encuentre en ninguna otra parte. Sin embargo, para mantener el juego limpio, hay que pedir un precio justo. Una Barbie nueva y en caja sellada y nunca jugada, puede costar el doble que la misma Barbie, pero sin caja, pero nunca el triple. 
Colección de J-Doll

Habitualmente reviso Mercado Libre y pasan meses y meses en que veo las mismas Barbies a la venta. Lo más curioso es que aquellas muñecas que permanecen por siempre, nunca las he visto a un precio menor, ni con una oferta, ni con alguna consulta. Los factores pueden ser varios; tal vez no hay tanto coleccionistas de Barbies (noooooo, eso no es así), tal vez no están bien publicitadas (mmmmmmmmm, no creo, siempre que consulto, las veo), tal vez no son tan atractivas (tampoco creo, porque hay varias bien bonitas y novedosas) o puede ser que el precio no sea el justo... y eso me huele a que es el tema. Yo siento como coleccionista, que si me cobran muy caro por una muñeca, no la voy a comprar, y aunque la mire mil veces, finalmente voy a escoger otra. El vendedor que no hace ni el mínimo esfuerzo por atraer a sus clientes, en realidad no debería ser "premiado" con una compra. No obstante no faltan los que caen, más que nada por desconocimiento del tema o bien, porque simplemente no comparan precios. Por lo mismo, yo siento que para responderle a mi amiga sobre su pregunta si es caro ser coleccionista de muñeca, debiera decirle que depende. En el fondo depende en gran medida en quienes nos venden, porque si un vendedor pretende hacernos lesos vendiendo caro, posiblemente lo logre a la primera, pero no habrá ni una segunda, ni tercera oportunidad. También depende, porque si uno quiere ser coleccionista de muñecas recicladas, va a invertir mucho menos que si buscamos aquella nuevecita y de paquete. Depende, porque si vamos por líneas de muñecas menos comerciales y más aptas para coleccionistas expertos, estaríamos hablando de pasar de medio millón, a unos cuantos millones de pesos. Depende, porque si uno quiere disfrutar la colección, sin andar arrastrando la bolsa de la culpa constantemente, hay que ser considerados con el presupuesto y también depende, porque si nuestra expectativa es disfrutar la obsesión, no hay para qué comenzar a obsesionarse con colecciones ajenas y con ello comenzar a "competir" por quien tiene la mejor, la más bella, la más original.


Colección de Mini Blythe

Hay que mantener el tenor de nuestra comunicación con otros coleccionistas y vendedores/compradores en un tono cordial, accesible, distendido porque uno colecciona muñecas porque le gustan, porque disfruta del hobbie, porque se relaja, se entretiene, se distiende y hasta hace amistades. Si uno comienza a "sufrir", rabiar y pelear por las muñecas, entonces en ese minuto, debería seriamente pensar en dejar de coleccionar o bajar las revoluciones, porque en la vida ya hay suficiente mala onda por cuestiones ajenas a nosotros mismos, para crearnos una úlcera por simples muñecas. En todo caso, el coleccionista de muñecas va aprendiendo en el camino, que no todo lo que brilla es oro y que no necesariamente se deja de soñar, cuando al fin adquirió la última muñeca. Esto es un "vicio" sano que alimenta fantasías y emociones, por lo tanto se le ruega a los vendedores, cobrar un precio justo y no tratar de pasarse de listos, cuando a todos nos llega.

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